Un total de 212 trabajadores rurales de la caña de azúcar que vivían en condiciones “análogas a la esclavitud” fueron rescatados este viernes durante una operación del Ministerio de Trabajo y Empleo de Brasil (MTE) que se prolongó durante tres días en el territorio de los estados de Goiás y Minas Gerais, adonde habían sido trasladados de forma clandestina, informa G1.
Entre las muchas irregularidades que la inspección ha sacado a la luz, destacan los cobros por el alquiler de chozas utilizadas como alojamiento, así como por el suministro de herramientas de trabajo.
En los lugares del trabajo no había instalaciones sanitarias, reportaron los inspectores, mientras que a los recién llegados a Goiás los obligaban a vivir en condiciones tan precarias, que ni siquiera contaban con ducha, forzándolos a bañarse en agua fría que caía de una tubería. La mayoría de las viviendas, según las autoridades, eran muy viejas, tenían goteras, sus paredes estaban sucias y mohosas y carecían de ventilación adecuada.
Además, el MTE recalcó que a los empleados no se les suministraba comida ni se les facilitaban equipos de protección adecuados, mientras se aplicaban pesticidas en las zonas donde trabajaban los obreros.
El ministerio agregó que las empresas contratistas asumieron la responsabilidad de los trabajadores rescatados y aceptaron pagar indemnizaciones por despido y por daños morales. En total, la cantidad a pagar ascendía a 730.000 dólares. En esta línea, el MTE también propuso el pago de casi un millón de dólares en concepto de daños morales colectivos.
Cada año las autoridades rescatan a miles de trabajadores explotados en condiciones extremadamente degradantes. Solo en 2022, fueron liberadas de condiciones análogas a la esclavitud 2.575 personas, la mayoría de la comunidad negra.