El secretario general de la ONU, António Guterres, demandó este jueves una tregua inmediata de al menos tres días en Sudán, coincidiendo con el fin del Ramadán, y que debe servir como un primer paso de cara a un alto el fuego permanente.
“El cese de las hostilidades debe venir seguido de un diálogo serio, que permita una transición exitosa, empezando con el nombramiento de un Gobierno civil”, dijo Guterres a los periodistas tras una reunión virtual con la Unión Africana (UA) y otras organizaciones regionales.
Según dijo, en la cita hubo un “claro consenso” para condenar los combates entre el Ejército y el grupo paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR) y buscar un cese de la violencia “como prioridad inmediata”.
Los combates continuaron este jueves entre el Ejército y las FAR en Jartum y otras regiones de Sudán, pese a la tregua de 24 horas anunciada por las partes y en medio de crecientes alertas acerca de la situación humanitaria y sanitaria de la población.
Ambas partes se han acusado mutuamente de violar el armisticio, que en ningún momento fue respetado desde que entró en vigor la tarde del miércoles, de la misma forma que tampoco se adhirieron a una tregua propuesta por Estados Unidos el día anterior.
Preguntado sobre por qué este nuevo llamamiento podría tener éxito, Guterres apuntó que las dos partes del conflicto son musulmanas y el calendario marca ahora un “momento muy importante” para esta fe, en referencia a la celebración del Eid al Fitr, la fiesta que marca el fin del Ramadán.
El político portugués advirtió del estado crítico que se vive en Sudán, con un impacto “terrible” en los civiles, una “lamentable situación humanitaria y horrendas perspectivas de una mayor escalada”.
Además, denunció los ataques perpetrados contra escuelas, hospitales e instalaciones humanitarias, que han hecho “virtualmente imposibles” las operaciones de apoyo a la población.
Este jueves, el Ejército de Sudán manifestó su “rechazo contundente a entrar en negociaciones” con las FAR, más allá de las treguas humanitarias que se han puesto sobre la mesa.
En los últimos días, el líder del grupo paramilitar, Mohamed Hamdan Dagalo “Hemedti”, ya había dicho que tampoco está dispuesto a negociar con el jefe del Ejército, general Abdelfatah al Burhan.