La Iglesia Ortodoxa Bielorrusa (BPTs, por sus siglas en ruso) anunció que está dispuesta a acoger a los monjes del Monasterio de las Cuevas de Kiev en caso de que sean desalojados por la fuerza por las autoridades ucranianas.
“El Sínodo de la Iglesia Ortodoxa Bielorrusa atestigua que, en caso de expulsión forzosa de los monjes del Monasterio de las Cuevas de Kiev, estos pueden encontrar un lugar para nuevos actos monásticos en los claustros monásticos de la Iglesia Ortodoxa Bielorrusa”, declaró en un comunicado publicado este martes.
Asimismo, la BPTs instó a las autoridades ucranianas a “impedir la sustracción de reliquias y vestigios eclesiásticos que se encuentran desde hace siglos entre los muros del Monasterio de las Cuevas de Kiev y que constituyen un apoyo espiritual para todos los pueblos eslavos”.
“Los miembros del Sínodo, en nombre del clero, los monjes y los laicos de la Iglesia Ortodoxa Bielorrusa, condenan enérgicamente una vez más las acciones de las autoridades de Ucrania y de la ciudad de Kiev, que contravienen la ley ucraniana y la ley moral universal”, agrega el texto.
Las tensiones entre las autoridades ucranianas y la Iglesia Ortodoxa Ucraniana (UPTs, por sus siglas en ruso) empezaron en el año 2019, cuando el patriarca Bartolomé de Constantinopla concedió la autocefalía a la nueva Iglesia Ortodoxa de Ucrania (PTsU, por sus siglas en ruso), promovida por el entonces presidente Piotr Poroshenko. La independencia de esta rama cismática no fue reconocida por el Patriarcado de Moscú, pero Kiev ha estado promoviéndola desde entonces.
El Gobierno ucraniano declaró que el clero perteneciente a la UPTs podría permanecer en el monasterio únicamente si se une a la PTsU. A finales de marzo, las autoridades solicitaron que los monjes abandonaran el Monasterio de las Cuevas de Kiev, mientras que el ministro de Cultura ucraniano, Alexánder Tkachenko, afirmó que su ministerio realizaría una auditoría de las piezas del museo del monastario, incluidas las reliquias de santos.
Por su parte, los religiosos del histórico monasterio, fundado en el siglo XI, persisten en su negativa de abandonar el lugar hasta que no haya una decisión judicial que revalide la ruptura unilateral del contrato de arrendamiento por parte del Ministerio de Cultura.