El gobierno de Joe Biden anunció el miércoles que prohíbe nuevas explotaciones de gas y petróleo en una inmensa región del norte de Alaska, hogar de comunidades indígenas y santuario de icónicas especies animales, cinco meses después de aprobar un proyecto de hidrocarburos en esta misma zona.
Esta nueva medida alcanza a cuatro millones de hectáreas, una superficie comparable a la de Dinamarca, en la Reserva Nacional de Petróleo de Alaska (NPR-A por sus siglas en inglés), que es un espacio vital para osos grizzly, osos polares, caribúes y millones de aves migratorias.
El Departamento del Interior, encargado de las tierras federales, añadió que anuló siete permisos de explotación otorgados bajo el gobierno de Donald Trump en otra zona protegida del norte de Alaska, en el Refugio de Vida Silvestre del Ártico.
La decisión se produce luego de una controvertida aprobación del gobierno este año a un proyecto del gigante petrolero Conoco Phillips en la misma región. El proyecto “Willow” había sido autorizado por la administración Trump y fue respaldado por Biden.
Algunos ven en el anuncio de este miércoles un intento del gobierno de recuperarse de las críticas recibidas tras la aprobación del proyecto de Conoco Philipps, reducido a tres zonas de perforación frente a cinco pedidas por la empresa, a un costo de hasta 10.000 millones de dólares y con niveles de emisión de CO2 que alarmaron a los ambientalistas.
El plan anunciado el miércoles prohíbe asimismo las perforaciones en una zona de más de un millón de hectáreas del mar de Beaufort, situado al norte de la costa septentrional de Alaska.
Biden prometió durante su campaña presidencial que congelaría los permisos de explotación petrolera, una promesa que no cumplió.
La NPR-A constituye la mayor región de tierras públicas en Estados Unidos y fue creada por el presidente Warren Harding en 1923.