Al menos dos marineros murieron este miércoles en un ataque de los rebeldes hutíes contra un barco de bandera de Barbados en el golfo de Adén, el acceso al mar Rojo, que serían las primeras víctimas civiles en las acciones de los insurgentes chiíes contra buques, informó la embajada británica en el Yemen.
“Al menos dos marineros inocentes han muerto. Esta fue la triste, pero inevitable consecuencia de los que los hutíes dispararan imprudentemente misiles contra el transporte marítimo internacional”, indicó la embajada en su cuenta oficial de X.
El Reino Unido, que participa en la coalición naval capitaneada por Estados Unidos en el mar Rojo, sentenció que estos ataques deben parar y dio su más sentido pésame a las familias de los muertos y heridos, cuyo número hasta el momento se desconoce.
La Marina británica informó anteriormente de que un buque mercante había sido alcanzado a 54 millas náuticas al suroeste de Adén, capital provisional del Gobierno yemení reconocido internacionalmente, y había sufrido daños, por lo que la tripulación tuvo que ser evacuada con ayuda de la coalición naval, sin dar más detalles.
El objetivo fue contra un barco de propiedad norteamericana
Por su parte, el portavoz militar de los hutíes, Yahya Sarea, confirmó en un comunicado que sus unidades habían llevado a cabo un ataque contra el buque “TRUE CONFIDENCE”, de propiedad estadounidense y que navegaba con la bandera de Barbados.
Este ataque se produjo después de que la tripulación del buque rechazara los mensajes de advertencia de las fuerzas navales de los insurgentes, según el portavoz, que indicó que esta acción se realizó en apoyo al pueblo palestino oprimido y en respuesta a la ofensiva de EE. UU. y Reino Unido contra el Yemen.
Se trata de uno de los ataques más graves de los hutíes contra un buque en esta vía marítima, después de que el mes pasado los rebeldes atacaran el buque británico “Rubymar”, que se convirtió en la primera embarcación en hundirse por los ataques de los insurgentes.
Los hutíes comenzaron estas operaciones contra la navegación comercial el pasado 19 de noviembre, pero se han intensificado en las últimas semanas tras ser clasificados por Washington como grupo terrorista.