El Congreso de Estados Unidos acusa de corrupción y limitada voluntad política a México en la lucha contra el fentanilo y señala que la nación gobernada por Andrés Manuel López Obrador se convirtió en un actor clave para la producción y tráfico de fentanilo ilegal hacia la Unión Americana.
Un informe del Servicio de Investigación del Congreso (CRS por sus siglas en inglés), revela que en los últimos cinco años el enfoque se desplazó hacia la producción de opioides sintéticos y el tráfico de fentanilo, abordando también la desviación de productos químicos precursores y consideraciones de salud pública.
Ante ello, la determinación fue reformular las políticas de narcóticos de Estados Unidos respecto a México.
Hay que mencionar que las administraciones de ambos países implementaron acciones unilaterales y esfuerzos bilaterales bajo el Marco Bicentenario de Seguridad para la cooperación, con lo que se buscó mitigar el flujo de fentanilo y sus consecuencias financieras relacionadas.
Sin embargo, hay detalles que se revelan y que muestran que la postura de México no ha sido de compromiso total, ya que, de acuerdo con el informe, la producción clandestina de fentanilo en México utiliza precursores químicos provenientes de China, con los carteles mexicanos, como el de Sinaloa y el Jalisco Nueva Generación, jugando un papel crucial en la obtención de estos insumos y en el tráfico hacia Estados Unidos.
El informe señala que las organizaciones criminales transnacionales mexicanas son responsables no solo de la producción, sino también del control del tráfico transfronterizo de fentanilo hacia Estados Unidos, donde se distribuye a nivel minorista.
En este sentido, se menciona que los esfuerzos de interdicción y las acciones legales han sido fundamentales, pero que las barreras como la corrupción y la limitada voluntad política en México, que ve el fentanilo más como un problema estadounidense, siguen siendo desafíos significativos.
Huelga señalar que la cooperación en materia de drogas entre México y Estados Unidos ha experimentado altibajos, pero recientemente se revitalizaron los esfuerzos con la promulgación de nuevas leyes en México y el fortalecimiento de las instituciones con funciones antidrogas.
La segunda fase del Marco Bicentenario se enfoca en combatir la producción de fentanilo y el tráfico de armas, siendo una prioridad clave para México, refirió el informe.
El informe “Fentanilo ilegal y el rol de México” señala que se espera que el Congreso estadounidense continúe influyendo en la política de control de narcóticos con respecto a México, mediante decisiones presupuestarias y requerimientos de supervisión en futuras legislaciones.
Es lógico pensar que las acusaciones contra México de corrupción y limitada voluntad política elevan el tono con el que el Congreso busca frenar el flagelo del fentanilo.