Detrás de una pantalla de vidrio blindada, Donald Trump afirmó que millones de puestos de trabajo desaparecerán de la noche a la mañana si Kamala Harris gana las elecciones estadunidenses de noviembre, en su primer mitin al aire libre desde el intento de asesinato que sufrió en julio.
“Los ahorros de toda su vida desaparecerán por completo”, dijo el candidato republicano en el museo de la aviación de Asheboro, con el ruido de aviones de guerra como telón de fondo.
“Si Kamala gana este noviembre, la Tercera Guerra Mundial está prácticamente garantizada”, sostuvo, y reiteró que su rival es la persona de izquierda más radical que jamás se ha presentado a la Casa Blanca.
“Ella quiere fronteras abiertas” y “si fuera presidenta en cuatro años” habría entre “60 y 70 millones” de migrantes de todo el mundo, afirmó Trump, cuya retórica antimigración se ha convertido en una seña personal de su campaña.
El millonario prometió que si gana los comicios hará que Estados Unidos vuelva a ser fuerte y grande.
El republicano, de 78 años, se jactó de que es capaz de evitar una guerra con una llamada telefónica.
Vamos a devolver la paz al mundo y, sobre todo, puedo hacerlo con una llamada telefónica para advertirle al país que si entra en guerra no podrá hacer negocios en Estados Unidos y pagará aranceles del 100 por ciento, declaró.
El Servicio Secreto, encargado de proteger a las altas personalidades políticas, recomendó a Trump que dejara de participar en actos públicos al aire libre después de que el 13 de julio resultara herido leve por disparos de un joven desde una azotea durante un mitin.
Trump se mostró tranquilo. En un momento del discurso abandonó el escenario y se acercó a la multitud para interesarse por una persona que parecía indispuesta. Al finalizar, también se tomó su tiempo para salir.
Esta semana el millonario hace campaña en varios estados clave, coincidiendo con la Convención Demócrata de Chicago con el objetivo de frenar el impulso de Harris.