Se viralizó en redes que decenas de jornaleros indocumentados se unieron voluntariamente para remover árboles caídos y escombros en las zonas afectadas por los fuertes vientos y los mortales incendios en Los Ángeles, California, en un acto de solidaridad con la comunidad a la que pertenecen.
Los migrantes, que también tuvieron que abandonar sus casas, se armaron con sierras eléctricas, rastrillos y herramientas para ayudar.
Afirmaron sentir orgullo de poder hacerlo pese al miedo que les produce las amenazas del presidente electo Donald Trump que ha prometido deportarlos.
“Es un trabajo que hacemos de corazón y no esperamos nada a cambio”.
Mencionaron que es un acto de solidaridad y es que forma en que están acostumbrados a responder cuando la comunidad enfrenta una tragedia, aseguró Pablo Alvarado, codirector de la Red Nacional de Jornaleros (NDLON, en inglés), que impulsa este centro que agrupa a trabajadores inmigrantes, la mayoría dedicados a la construcción, jardinería y limpieza.
Los vecinos de las ciudades donde se ha desatado el incendio Eaton en el Bosque de Los Ángeles son testigos de la ayuda de estas cuadrillas de jornaleros del Centro de Trabajadores de Pasadena.
Los migrantes están ayudando a cortar y remover los múltiples árboles caídos que bloquean las entradas de las casas y las vías de evacuación, a causa de los incendios que han dejado al menos cinco muertos.
“Este es un trabajo que hacemos de corazón y no esperamos nada a cambio. Tal vez la entrada o la calle que estemos limpiando sea la de una persona que se ha dejado contaminar por la retórica antiinmigrante de Donald Trump, pero eso no nos interesa porque un país se construye con actos de amor no con odio”, añadió el activista.
Pasadena y Altadena se han visto afectadas por los vientos de Santa Ana, que llegaron a tener velocidades máximas de hasta 160 kilómetros por hora la noche del martes y tumbaron árboles y dejaron escombros que, en muchos casos, han servido de combustible para las llamas que hasta la noche del miércoles había quemado cerca de 4.300 hectáreas.
Generalmente las labores de remoción de estos árboles las hacen los bomberos y empleados de la ciudad, quienes se encuentran ocupados combatiendo las llamas, por lo que los indocumentados han asumido esta labor.
Todos los trabajadores que participan en la brigada han recibido entrenamiento de seguridad de la Administración de Seguridad y Salud Ocupacional (OSHA, en inglés) para realizar estas labores.
La Brigada de Servicio espera extender su ayuda a otras comunidades afectadas, e incluso, busca reunir dinero para apoyar a personas de bajos recursos que no cuenten con mano de obra para remover los escombros.