Esta política migratoria comenzará a aplicarse a partir del 21 de marzo.
Se enfrenta la política migratoria de Estados Unidos a un giro radical con el regreso de Donald Trump a la presidencia.
Según The New York Times, la administración republicana está preparando una nueva prohibición de viajes que afectaría a ciudadanos de varios países de América Latina, el Caribe, Asia y África.
Esta medida, que se aplicaría desde el 21 de marzo, contempla restricciones más severas que las implementadas durante el primer mandato de Trump, abarcando desde prohibiciones totales hasta advertencias con plazos para corregir deficiencias migratorias.
El plan establece tres niveles de restricciones: la “lista roja” prohibiría por completo el ingreso a ciudadanos de ciertos países, la “lista naranja” impondría restricciones parciales y la “lista amarilla” incluiría advertencias con plazos de cumplimiento.
En la lista roja figuran naciones como Cuba, Irán, Libia, Corea del Norte, Somalia, Sudán, Siria, Venezuela y Yemen, las mismas que ya enfrentaron restricciones durante la administración anterior; a este grupo se sumarían Afganistán y Pakistán, debido a preocupaciones de seguridad y verificación de antecedentes.
Las implicaciones de esta nueva política son alarmantes. La inclusión de Afganistán, por ejemplo, afectaría a cerca de 200 mil ciudadanos que habían sido autorizados para reasentarse en Estados Unidos tras colaborar con las fuerzas estadounidenses.
A pesar de los rigurosos procesos de selección de visas especiales, la oficina encargada del reasentamiento enfrenta serias dificultades para obtener exenciones, lo que podría dejar a miles de personas en una situación de extrema vulnerabilidad.
El impacto de estas medidas se extiende más allá de los ciudadanos afectados. La comunidad internacional observa con preocupación el retorno de políticas migratorias restrictivas que, en el pasado, fueron objeto de intensas disputas legales.
Ya en 2018, la Corte Suprema de Estados Unidos avaló la prohibición de viajes de Trump, aunque su sucesor, Joe Biden, la revocó en 2021 al considerarla una mancha en la conciencia nacional.
Sin embargo, con la reactivación de estas restricciones, se reavivan los debates sobre derechos humanos, seguridad nacional y el papel de Estados Unidos en la protección de refugiados.
La política de restricción migratoria en Estados Unidos ha tenido repercusiones tanto a nivel interno como externo. Durante su campaña presidencial de 2023, Trump ya había adelantado su intención de reinstaurar y ampliar las prohibiciones de viaje, justificándolas bajo el argumento de reforzar la seguridad nacional.
Los Departamentos de Estado, de Justicia y de Seguridad Nacional afinando los detalles de la medida, la incertidumbre crece para miles de viajeros que podrían verse impedidos de ingresar a territorio estadounidense en cuestión de días.
De entrar en vigor la prohibición el impacto no solo recaerá en los ciudadanos de los países afectados, sino también en las relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y las naciones involucradas.