El impacto en el tequila muestra el daño colateral de los esfuerzos de Trump por romper y rehacer las relaciones comerciales globales a favor de Estados Unidos.

Incluso si no se imponen los aranceles del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, a México, las amenazas y la incertidumbre causadas por los gravámenes intermitentes ya han costado dinero al sector del tequila y podrían impulsar una desaceleración temporal de las ventas, dijeron productores, inversores y analistas.

Los aranceles del 25%, que inicialmente debían aplicarse desde febrero y estuvieron vigentes un tiempo breve el 4 de marzo antes de ser aplazados en ambas ocasiones, amenazan a miles de millones de dólares de importaciones de grandes productores como Diageo DGE.L y Becle CUERVO.MX.

Los gravámenes llevaron a empresas y consumidores a almacenar tequila, que únicamente puede fabricarse en México, congelar planes de expansión y desviar recursos a otros lugares.

Algunos productores, restaurantes y consumidores acumularon grandes reservas de tequila, a veces de hasta seis meses, una apuesta que les saldrá rentable si se imponen aranceles. Pero los productores dicen que esto también tiene un costo, perjudicando al sector incluso si se retiran los aranceles.

“Pase lo que pase, se ha pagado un precio”, dijo Mike Novy, director ejecutivo de Calabasas Beverage Company, que opera la marca 818 Tequila, fundada por Kendall Jenner.

La empresa pidió a su destilería que trabajara a pleno rendimiento, con trabajadores haciendo horas extras durante las fiestas de diciembre, para poder enviar a Estados Unidos el producto de unos seis meses antes de los aranceles, dijo Novy, que añadió que esto costó hasta 2 millones de dólares, mientras que los gastos de almacenamiento añadirían alrededor del 10% a sus costos.

La empresa también ha dejado en suspenso contrataciones y lanzamientos de productos previstos, lo que también ha supuesto un costo de oportunidades.

Brian Rosen, fundador de InvestBev, un inversor que se asocia con marcas de bebidas espirituosas en fase inicial para ayudarlas a crecer, afirmó que las empresas de tequila de su cartera también habían acumulado existencias para seis meses, y están pagando hasta 20,000 dólares por contenedor de transporte para su almacenamiento.

Estos costos de almacenamiento por sí solos podrían empujar a algunas marcas a subir los precios, otro efecto previsto de los aranceles que ahora podría producirse incluso si no se aplican, dijo.

El impacto en el tequila -un punto brillante para la industria estadounidense del sector en medio de una fuerte caída en las ventas de bebidas espirituosas en general- muestra el daño colateral de los esfuerzos de Trump por romper y rehacer las relaciones comerciales globales a favor de Estados Unidos.

Se produce en un momento en que las empresas que dependen del tequila, desde el principal fabricante de licores Diageo, productor de la marca de tequila Don Julio, hasta los pequeños restaurantes cuyas ventas de margaritas les ayudan a mantenerse a flote, están luchando contra las altas tipas de interés y la inflación.

Diageo y Becle, el mayor productor de tequila del mundo, dijeron anteriormente a los inversores que se habían adelantado a los aranceles. Diageo declinó hacer comentarios y Becle no respondió a las preguntas.

Novy y otras empresas dijeron que la eliminación de los aranceles, que amenazan con descarrilar el crecimiento del tequila, sería una bendición para la industria.

En México, mientras tanto, los representantes de las marcas de tequila y los organismos de la industria dijeron que las empresas buscarán nuevos mercados, signos de cambios en la inversión que podrían hacer que el sector del tequila de Estados Unidos sea menos vibrante, dijo Novy de 818.