Japón conmemoró el lunes el 13º aniversario del enorme terremoto y tsunami que provocaron una fusión nuclear y dejaron inhabitables grandes zonas de la prefectura de Fukushima con un minuto de silencio y actos conmemorativos, en los que los funcionarios prometieron apoyo continuo para la reconstrucción.
El terremoto y tsunami de magnitud 9,0 que asolaron partes de la costa nororiental de Japón el 11 de marzo de 2011 mataron a unas 20.000 personas y expulsaron a miles de sus hogares en las prefecturas de Miyagi, Iwate y Fukushima.
A las 14:46, el momento en que se produjo el terremoto, la gente de todo Japón se detuvo para guardar un minuto de silencio. En el céntrico distrito comercial de Ginza, en Tokio, la gente se detuvo para orar en la acera cuando sonó una campana, marcando el momento.
En la ciudad de Minamisanriku, en la prefectura de Miyagi, un equipo de 10 policías uniformados rebuscó grava y arena en la playa en una búsqueda anual de restos de personas que aún están desaparecidas. Los supervivientes oraron junto a las vigas desnudas que solían ser el centro de prevención de desastres de la ciudad, donde murieron decenas de personas. En la ciudad de Natori, unas 400 personas oraron y lanzaron globos con mensajes de dolor.
En la ciudad de Ishinomaki, en la prefectura de Iwate, los residentes se reunieron en un parque en la cima de una colina donde muchos de ellos se refugiaron hace 13 años, llorando mientras permanecían de pie frente al mar. En Rikuzentakata, unas 100 personas oraron encima de un enorme malecón de hormigón.
Y en una ceremonia en la prefectura de Fukushima, donde unas 20.000 personas todavía no pueden regresar a sus hogares debido a la radiación, el gobernador Masao Uchibori prometió que la reconstrucción continuará mientras continúa el trabajo de décadas de limpieza del sitio nuclear.
Un muro de agua de más de 15 metros de altura se estrelló contra la planta de energía nuclear costera de Fukushima Daiichi, destruyendo su suministro de energía y sus sistemas de enfriamiento, provocando fusiones en tres de sus seis reactores y arrojando radiación a las áreas circundantes.
Inicialmente, el desastre obligó a más de 160.000 personas a abandonar sus hogares. El trabajo para eliminar los restos de combustible fundido altamente radiactivo aún no ha comenzado en la planta, y se espera que el proyecto general de desmantelamiento dure décadas.
En la ceremonia en Fukushima, el Primer Ministro Fumio Kishida renovó su promesa de que el gobierno ayudará a asegurar empleos, medios de vida y el desmantelamiento seguro de la planta para que los antiguos residentes puedan regresar a sus hogares.
Los eventos conmemorativos de este año también recordaron a las víctimas del devastador terremoto que sacudió la región central norte de Noto en Japón el 1 de enero, lo que provocó nuevos llamados para una revisión de los planes de evacuación en todo el país, incluso alrededor de las plantas nucleares.