En una especie de eucaristía, Andrés Manuel López Obrador aseguró que “es una bendición”, que Claudia Sheinbaum Pardo, virtual presidenta electa, sea quien esté conduciendo el movimiento de la llamada Cuarta Transformación y no él.
Fue durante su conferencia diaria, en la cual el mandatario reiteró que el que se haya elegido a Claudia Sheinbaum como primera presidenta de México es lo mejor que le pudo haber pasado al pueblo mexicano y “una bendición”.
“Quien está conduciendo nuestro movimiento, y eso debe de quedar muy claro es la presidenta electa, Claudia Sheinbaum no soy yo. Es mi presidenta electa, yo soy presidente constitucional, pero en lo político, como formamos de un movimiento de transformación, ella es la dirigente, desde que le entregué en el movimiento el bastón de mando y la respeto mucho”, apuntó.
En un acto que llamó mucho la atención, expuso que su pensamiento le hace ver que es lo mejor que le pudo haber pasado a México en estos momentos. “No solo a nuestro movimiento, estoy hablando de todo el país. No hay nada mejor. Es una bendición, por eso le tengo tanta fe al pueblo”.
Fue entonces que sacó de la chistera una frase que deja marcado su sentir:
“Se dice, lo voy a repetir, aunque soy partidario del Estado laico… pero hay una frase que aplica muy bien en estos casos: la voz del pueblo es la voz de Dios, entonces es Claudia. Creo que eso lo usó ella en su campaña”.