La agencia meteorológica de la ONU informa que 2023 fue el año más seco en más de tres décadas para los ríos del mundo, ya que el año récord de calor respaldó un secado de los flujos de agua y contribuyó a sequías prolongadas en algunos lugares. La Organización Meteorológica Mundial también dice que los glaciares que alimentan los ríos en muchos países sufrieron la mayor pérdida de masa en las últimas cinco décadas, advirtiendo que el derretimiento del hielo puede amenazar la seguridad hídrica a largo plazo para millones de personas en todo el mundo.
“El agua es el canario en la mina de carbón del cambio climático. Recibimos señales de socorro en forma de lluvias cada vez más extremas, inundaciones y sequías que causan un alto costo en vidas, ecosistemas y economías”, dijo la Secretaria General de la OMM, Celeste Saulo, al publicar el informe.
El aumento de las temperaturas ha provocado en parte que el ciclo hidrológico se vuelva “más errático e impredecible” de manera que puede producir “demasiada o muy poca agua” a través de sequías e inundaciones.
El informe “El estado de los recursos hídricos mundiales 2023” abarca ríos y también lagos, embalses, aguas subterráneas, humedad del suelo, almacenamiento de agua terrestre, cubierta de nieve y glaciares, y la evaporación del agua de la tierra y las plantas.
La agencia meteorológica, dice que unos 3.600 millones de personas se enfrentan a un acceso inadecuado al agua durante al menos un mes al año, y se espera que esa cifra aumente a 5.000 millones para 2050. La OMM dice que el 70% de toda el agua que los humanos extraen de los sistemas hidrológicos se destina a la agricultura.
El mundo se enfrentó al año más caluroso registrado en 2023, y el verano de este año también fue el más caluroso de la historia, lo que genera señales de advertencia de un posible nuevo récord anual en 2024.
El informe indica que el sur de Estados Unidos, América Central y los países sudamericanos Argentina, Brasil, Perú y Uruguay enfrentaron condiciones de sequía generalizada y los niveles de agua más bajos jamás observados en la Amazonia y en el lago Titicaca, en la frontera entre Perú y Bolivia.
Los datos de 2024 aún no están disponibles, pero Uhlenbrook dijo que es muy probable que el verano extremadamente caluroso se traduzca en caudales bajos de los ríos este año, y “en muchas partes del mundo, esperamos más escasez de agua”.