“Maduro recibido con honores en Brasilia, capital de la República Federativa de Brasil”, anunció el servicio de prensa del régimen chavista. El comunicado incluía las imágenes del dictador y su esposa, Cilia Flores, descendiendo del avión de Conviasa, la aerolínea de bandera venezolana que se encuentra sancionada por los Estados Unidos.
El viaje de Maduro se concretó luego de varios intentos frustrados. Es que desde que Lula da Silva llegó a Planalto, en enero pasado, ha intentado recibir al dictador y rehabilitarlo internacionalmente.
De hecho, la visita del venezolano solo puede concretarse por el cambio de gobierno, ya que la gestión anterior, la de Jair Bolsonaro, había prohibido la entrada del dictador al país, alineado con las democracias mundiales que condenan la brutalidad del régimen chavista.
Con la asunción de Lula , la relación de Brasil con Venezuela cambió de manera drástica. Y tras la investidura del petista, Brasil también reabrió su embajada en Caracas.
Se espera que Maduro, además de un encuentro bilateral con el brasileño, participe de la cumbre que organizó Lula con presidente Sudamericanos, prevista para el próximo 30 de mayo.
Días atrás, Brasilia anunció que Lula intenta propiciar una nueva integración regional, pero sin ningún tipo de “cargas ideológicas”. El anunció vaticinaba así la inclusión en la cumbre del régimen chavista.
A la cita, además del dictador venezolano, también están invitados los presidentes Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador, Guyana, Paraguay, Perú, Surinam y Uruguay.