La fintech Wenance firmó en los últimos seis meses 14 cheques que fueron rechazados por falta de fondos. Está acusada de usura y estafa y a su CEO, Alejandro Muszak, le embargaron su Ferrari. Como efecto contagio, la crisis de la tecnológica se extendió hacia Uruguay, donde la compañía también deberá enfrentar a la justicia.
Wenance estructuraba fideicomisos privados para financiar los préstamos que otorgaba. Con la promesa de buenas rentabilidades, la empresa había captado a empresarios, abogados, contadores y comerciantes como clientes.
Pero de un día para el otro, Wenance dejó de pagar dividendos, según la denuncia que presentaron los inversores a la Fiscalía uruguaya este miércoles y de la que informó El País. Los inversores sostienen que sufrieron la pérdida de USD 7,5 millones, una cifra a la que se le suma la de otro grupo de denunciantes, que ronda los USD 1,5 millones.
La denuncia asegura que la empresa se apropió del dinero de los 300 ahorristas uruguayos. La fintech argentina se presentó ante ellos como una empresa confiable, con 20 años de experiencia, presencia en cinco países y varios millones de dólares de inversiones en el mundo. De un momento para otro, sin embargo, se quedaron con el dinero.
Los inversionistas entregaron sus ahorros para nutrir los microcréditos que la empresa entregaba a clientes que captaba a través de la plataforma financiera Welp. Wenance les hizo firmar un mandato a los uruguayos que aseguraba que ellos administraban y cobraban en su nombre.
La fintech y los inversores habitualmente fijaban una fecha de devolución del capital invertido y cada uno tenía su propia cartera de microcréditos, desde donde salían sus ganancias. La tasa que cobraban se generaba según el interés del préstamos que otorgaban.
Ese fue el funcionamiento habitual hasta el pasado 24 de julio cuando los inversionistas recibieron una comunicación desde Wenance. “Nos vemos obligados a suspender los pagos de los servicios de interés y capital ya pactados en el tiempo acordado”, decía el texto que recibieron los inversionistas. La compañía no profundizaba en los detalles y solo establecía: “Los hechos sucedidos en nuestra filial de Argentina que son de público conocimiento”.
Uno de los capítulos de la denuncia se titula “La Operativa de Micropréstamos”, que informa que a través de Welp se otorgaban préstamos en Uruguay que iban desde 5.000 pesos uruguayos (USD 131) a un máximo de 250.000 pesos uruguayos (uno USD 6.500). El plazo mínimo para efectuar el pago era de 13 meses y un máximo de 36 en cuotas mensuales, iguales y consecutivas.