El secretario general de la ONU, António Guterres, expresó este miércoles su preocupación por el fuego cruzado en la Línea Azul, la frontera entre Israel y Líbano, y llamó a todas las partes y a quienes tienen influencia sobre ellas a contener un contagio de las hostilidades.
En una breve declaración ante los medios, Guterres dijo estar en contacto continuo con los líderes de la región de Oriente Medio a raíz de la nueva guerra entre Israel y el grupo islamista Hamás, con varias prioridades, la primera de ellas“evitar un contagio del conflicto, según indicó.
Debemos evitar un contagio del conflicto. Estoy preocupado por el reciente intercambio de fuego en la Línea Azul y los ataques reportados en el sur de Líbano. Llamo a todas las partes y a quienes tienen influencia sobre esas partes a evitar una mayor escalada y contagios, declaró el jefe de la ONU.
Guterres reiteró también su llamada a la necesaria liberación de todos los rehenes israelíes retenidos en Gaza, que el Gobierno israelí estima en más de 100 personas, y recordó que los civiles deben ser protegidos en cualquier conflicto, según dicta el derecho internacional humanitario.
La ONU indicó que ya hay más de 220.000 palestinos refugiados en 92 instalaciones de la Agencia para los Refugiados Palestinos (UNRWA, en inglés) en la Franja de Gaza y aseguró que el personal de la organización “trabaja a contrarreloj” para dar apoyo a los gazatíes.
Asimismo, lamentó que varios empleados de la ONU “ya han pagado el precio”: la organización estima que han muerto once trabajadores de UNRWA en los últimos cuatro días por los bombardeos de Israel.
En medio del bloqueo del Gobierno israelí al enclave, Guterres pidió que se permita la entrada de suministros cruciales como comida y agua en Gaza, y agradeció a Egipto su intervención para “facilitar el acceso humanitario” a través del paso de Rafah y el aeropuerto de El Arish.