Algunos niños han tenido que recibir ayuda de terapia mediante videollamadas, un servicio que ofrecen las escuelas de todo el país en respuesta a los crecientes problemas de salud mental entre los jóvenes estadounidenses.
Ahora, al menos 16 de los 20 distritos escolares públicos más grandes de Estados Unidos ofrecen sesiones de terapia en línea para llegar a millones de estudiantes. Sólo en esos distritos, las escuelas han firmado contratos de proveedores por valor de más de $70 millones.
El crecimiento refleja un nuevo negocio en auge nacido de la crisis de salud mental de los jóvenes de Estados Unidos, que ha demostrado ser tan lucrativo que los capitalistas de riesgo están financiando una nueva generación de empresas de teleterapia escolar. Algunos expertos expresan su preocupación por la calidad de la atención que ofrecen las empresas tecnológicas de rápido crecimiento.
Sin embargo, a medida que las escuelas enfrentan la escasez de profesionales presenciales, los educadores dicen que la teleterapia funciona para muchos niños y está satisfaciendo una necesidad enorme.
Para las escuelas rurales y los estudiantes de bajos ingresos en particular, ha facilitado el acceso a la terapia. Las escuelas permiten a los estudiantes conectarse con consejeros en línea durante el día escolar o fuera del horario laboral desde casa.
El sistema escolar de 13.000 estudiantes, como tantos otros, cuenta con consejeros y psicólogos en su personal, pero no los suficientes para satisfacer las necesidades, dijo Trish Wilson, coordinador de consejeros del distrito.
Los terapeutas del área tienen una gran cantidad de casos, lo que hace imposible derivar a los estudiantes a atención inmediata, dijo. Pero los estudiantes pueden programar una sesión virtual en unos días.
Los estudiantes y sus padres dijeron en entrevistas que recurrieron a la videoterapia después de luchar contra sentimientos de tristeza, soledad, estrés académico y ansiedad. Para muchos, la transición de regreso a la escuela presencial después del aprendizaje a distancia fue traumática. Las amistades se habían fracturado, las habilidades sociales se deterioraron y los ánimos se encendieron con mayor facilidad.
Las escuelas están pagando la factura, muchas de ellas utilizando dinero federal de ayuda para la pandemia, ya que los expertos han advertido sobre tasas alarmantes de depresión, ansiedad y suicidio juvenil.
Muchos distritos escolares están firmando contratos con empresas privadas. Otros están trabajando con proveedores de atención médica locales, organizaciones sin fines de lucro o programas estatales.
Los expertos en salud mental agradecen el apoyo adicional, pero advierten sobre posibles riesgos. Por un lado, cada vez es más difícil contratar consejeros escolares y psicólogos, y la competencia con los proveedores de telesalud no ayuda.