El Tribunal Supremo de España condenó a Ana Belén Egües, exmiembro del desaparecido grupo separatista vasco ETA, a 85 años de prisión por su participación en un atentado con coche bomba en Madrid que dejó 11 personas heridas hace 24 años.
La corte declaró a Egües culpable de colocar y detonar una carga de dinamita en un vehículo robado en el norte de la capital española el 8 de agosto de 2000.
“La explosión supuso la creación de una situación de peligro para el derecho de indemnidad y afectó a una generalidad de personas con grave perturbación para su devenir cotidiano”, dice el fallo.
El tribunal, que conoce de todos los casos relacionados con el terrorismo en España, condenó a Egües a 15 años de cárcel por un delito de daños terroristas y a 70 años de cárcel por siete delitos de homicidio en grado de tentativa.
De las 11 personas heridas en la explosión, siete quedaron en estado grave.
Egües, de 55 años, ya estaba cumpliendo una condena de 30 años de cárcel por otro atentado en noviembre de 2001 que hirió a 97 personas y mató a un alto funcionario de policía, así como una condena de 126 años por participar en el asesinato de un oficial del ejército en enero de 2000.
Fue arrestada poco después del ataque de 2001.
En 2018, ETA anunció que había desmantelado completamente todas sus estructuras, poniendo fin a una campaña guerrillera de 50 años contra el Estado español en la que mató a 853 personas, según cifras del Gobierno.