La Policía de la provincia iraní de Azerbaiyán Occidental envió mensajes de texto a un total de 2.111 mujeres en los que se les advertía de la obligatoriedad de usar el velo después de haber sido grabadas por cámaras de videovigilancia sin llevar puesta esta prenda.
En la misma línea, las autoridades de Irán ordenaron también el cierre de hasta 80 establecimientos comerciales en los que se incumplía la normativa de vestimenta, tal y como informa el diario local ‘Etemad’.
La Policía de Irán comenzó recientemente a controlar el uso del velo por parte de las mujeres —obligatorio según la legislación— empleando para ello cámaras de videovigilancia basadas principalmente en tecnología aplicada para el control de tráfico rodado.
El jefe de la Policía iraní, Ahmad Reza Radan, informó que comenzará la implementación del plan “de castidad y hiyab” que reimpondrá el uso del velo con la ayuda de cámaras de vigilancia.
“Las cámaras de seguridad no cometerán errores”, explicó Radan en unas declaraciones recogidas por el periódico ‘Hammihan’ durante la procesión del Día de Quds.
Hace tan solo una semana la Policía de Irán anunció que iba a instalar cámaras y otros “medios inteligentes” para evitar la “tensión” y el “conflicto” por la aplicación de la ley que obliga al uso del hiyab o velo islámico.
“La Policía utilizará herramientas innovadoras y cámaras inteligentes en la vía pública para evitar cualquier tensión y conflicto con los compatriotas relacionados con la ley del hiyab para identificar a la gente que incumpla la Ley del Hiyab y la Castidad Pública”, explicó la Policía en un comunicado recogido por la agencia de noticias iraní Mizan y la emisora estadounidense en farsi Radio Farda, filial de Radio Liberty.
Tras los episodios de tensión social y las críticas internacionales, durante un tiempo Teherán hizo la vista gorda ante la violación de la normativa sobre el hiyab, e incluso la polémica Policía de la Moralidad llegó a casi desaparecer de las calles, según recuerda DPA.
Sin embargo, las principales autoridades religiosas y políticos progubernamentales han comenzado ahora a presionar a los dirigentes iraníes para intensificar de nuevo el control sobre el cumplimiento de los estrictos códigos de vestimenta que afectan a las mujeres.