Las leyes tendrían que ser aún más duras. Así podría resumirse el pedido que realizó en las últimas horas el jefe de la seguridad estatal del régimen chino a las autoridades. Chen Yixin dijo que Beijing debería “aumentar la intesidad de la represión” dentro del territorio y endurecer las normas para mantener el control de la población.
El pedido fue hecho un día después de recordarse un nuevo aniversario de la Masacre de Tiananmen donde murieron decenas de miles de personas a manos de la maquinaria represiva del Partido Comunista Chino (PCC) y en cuyos actos se detuvo a destacados activistas por los derechos humanos.
El reclamo del alto funcionario -responsable además de la agencia antiespionaje- fue hecho a través de una columna de opinión que escribió en el diario Study Times, un órgano propagandístico de la Escuela Central del Partido. Chen, una figura destacada que fue nombrada como ministro de Seguridad Estatal en octubre de 2022, es muy cercano a Xi Jinping, el jefe del régimen chino bajo cuyo mandato la violación a los derechos humanos y la represión y control estatal se multiplicaron.
“Debemos tomar la iniciativa en el estudio de la ley centrándonos en la recién enmendada Ley Antiespionaje de la República Popular China, y comprender sistemáticamente las leyes y reglamentos de seguridad nacional. Debemos utilizar la ley para las luchas, aumentar la intensidad de la represión en la aplicación de la ley y en los medios judiciales”, dijo Chen en su comentario reproducido por el periódico South China Morning Post.
En su escrito, Chen exigió a los altos funcionarios del régimen que aumentaran además su lealtad a Xi y al PCC, como también se adhirieran a las directrices establecidas por la Comisión de Seguridad Nacional y conozcan las normas que la estructuran.
También les instó a “estudiar” el pensamiento político del jefe de Beijing sobre la seguridad nacional. El mensaje de Chen es claro: nadie puede apartarse de lo que piensa Xi Jinping o intentar una interpretación diferente.
Desde que asumió la absoluta responsabilidad del Ministerio de Seguridad Estatal, el aparato represivo del Estado chino bajo el mando de Chen ejecutó redadas no sólo contra la propia población sino contra empresas de consultoría y due diligence, entre ellas algunas extranjeros como Bain, Mintz Group y Capvision. Japón ya realizó protestas por esta irregular situación que pone en peligro a cualquier ciudadano -local o extranjero- que podría ser acusado de espionaje.