Un estudio científico masivo, coordinado por la Universidad de Zhejiang (China) y con participación de Estados Unidos, el Reino Unido y Suecia, afirma que en 2019, los nuevos diagnósticos de cáncer entre los menores de 50 años ascendieron a 1,82 millones, un aumento que significa un crecimiento del 79,1 % respecto a la cifra de 1990.
Aunque el cáncer tiende a ser más común en personas mayores, la evidencia sugiere que los casos entre los menores de 50 años han aumentado en muchas partes del mundo desde los años 1990, escriben los investigadores.
En general, el cáncer de mama representó el mayor número de estos casos y muertes asociadas. Sin embargo, los nuevos casos de tráquea y próstata fueron los que aumentaron más rápidamente en el periodo estudiado, con variaciones porcentuales anuales estimadas del 2,28 % y el 2,23 %, respectivamente. En el otro extremo del espectro, el cáncer de hígado de aparición temprana se redujo en un 2,88 % anual estimado.
Debido al cáncer, 1,06 millones de menores de 50 años fallecieron en 2019, lo que implica un aumento del 27,7 % respecto a 1990. Después del cáncer de mama, los que provocaron el mayor número de muertes fueron los de tráquea, pulmón, estómago e intestino. Los aumentos más pronunciados de fallecimientos se dieron entre personas con cáncer de riñón u ovario.
Las tasas más altas de cánceres de aparición temprana en 2019 se produjeron en América del Norte, Australasia y Europa occidental.
Los países con un índice sociodemográfico medio alto y medio y las personas de 40 a 49 años se vieron particularmente afectados.
Un comentario que publica BMJ Oncologly, firmado por investigadores de la Universidad Queen’s de Belfast, resalta que estos resultados “cuestionan las percepciones sobre el tipo de cáncer diagnosticado en los grupos de edad más jóvenes”.
Además, consideran que son “urgentes medidas de prevención y detección precoz, junto con la identificación de estrategias de tratamiento óptimas para los cánceres de aparición temprana”.
Según los investigadores, es probable que los factores genéticos influyan, pero las dietas ricas en carnes rojas y sal, y bajas en frutas y leche, y el consumo de alcohol y de tabaco son los principales motivos de riesgo que subyacen a los cánceres más comunes entre los menores de 50 años, junto con la inactividad física, el exceso de peso y los niveles altos de azúcar en sangre.